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Enfermedad ósea metabólica

Esta enfermedad, se debe al déficit de Calcio en la alimentación.

  • La mayoría de iguanas reciben una alimentación pobre en calcio. Ésta es la principal causa de la enfermedad más frecuente en iguanas: la Enfermedad Ósea Metabólica.
  • Otra causa frecuente de esta enfermedad es la falta de luz ultravioleta tipo B (UVB).
  • Es un error pensar que un complemento de calcio añadido a la alimentación basta para corregir cualquier problema: nada puede sustituir a una dieta equilibrada y a la luz del sol.
  • Los compuestos de calcio más adecuados son el carbonato cálcico y el gluconato cálcico. Los productos con fósforo (fosfato cálcico) o vitamina D3 en grandes cantidades pueden ser perjudiciales.

Lamentablemente, la mayoría de iguanas que viven como mascotas reciben una alimentación incorrecta o viven en condiciones inadecuadas. Esto ocasiona numerosas enfermedades, llevándolas a una muerte prematura y dolorosa.

De todas las enfermedades causadas por cuidados inadecuados, la más frecuente es sin duda la Enfermedad Ósea Metabólica.

Esta enfermedad recibe diversos nombres que suelen llevar a confusión, como son: Osteodistrofia, hiperparatiroidismo nutricional, o coloquialmente raquitismo y descalcificación.

Las causas que provocan esta enfermedad son diversas, pero la más habitual es una alimentación pobre en calcio. En ocasiones puede que el nivel de calcio en la dieta no sea bajo pero que se acompañe de un exceso de fósforo.

Otra causa frecuente de esta enfermedad es la falta de luz ultravioleta tipo B (UVB), que es la que activa la vitamina D3 y permite a la iguana absorber el calcio desde el intestino. Esta radiación sólo se halla en la luz solar sin filtrar por cristales y en fluorescentes especiales para reptiles.

La enfermedad se presenta con más frecuencia en iguanas jóvenes, en los meses posteriores a su adquisición, cuando no se les ha proporcionado la dieta o cuidados adecuados.

Los huesos sufren una descalcificación progresiva, y las extremidades se deforman adquiriendo un aspecto abultado, que algún propietario puede llegar a confundir con el de un animal robusto.

En muchas iguanas jovencitas la mandíbula se deforma y se abulta lateralmente, sobresaliendo el maxilar superior por encima de ella.

La descalcificación ósea favorece la aparición de fracturas en las extremidades, que no siempre provocan cojeras visibles: a veces sólo se observan abultamientos en las patas. Si las fracturas afectan a la columna se producen desviaciones y parálisis más o menos avanzadas.

Otro síntoma de la enfermedad es el estreñimiento y abultamiento del abdomen, por el acúmulo de heces y gases.

Muchas veces no se altera el aspecto externo del animal, sobre todo si éste ya es adulto.

Esta enfermedad también se asocia con frecuencia a lesiones graves del riñón, que no se traducen en síntomas específicos.

Para resolver la enfermedad hay que empezar por corregir la alimentación, ofreciendo una dieta con abundantes verduras ricas en calcio, así como acceso directo a la luz del sol y a un buen fluorescente para reptiles.

También será necesario visitar a un veterinario experimentado con reptiles, que determinará el origen exacto y la gravedad del problema. Es probable que recomiende la realización de radiografías o análisis de sangre, y la administración diaria de un complemento de calcio inyectable o por vía oral.

Es un error muy extendido pensar que un complemento de calcio añadido a la alimentación, bastará para corregir cualquier problema. No nos engañemos: nada puede sustituir a una dieta equilibrada y a la luz del sol.

Aún así puede ser conveniente suplementar la dieta con algún complemento de calcio, espolvoreando un pellizco sobre el alimento cada día. Cualquier posible exceso de calcio en la dieta simplemente no se absorberá.

Se comercializan algunos complementos formulados especialmente para reptiles. También pueden ser adecuados muchos de los usados para personas, o simplemente cáscara de huevo molida.

El calcio se puede encontrar en forma de diversos compuestos químicos: los más adecuados son el carbonato cálcico y el gluconato cálcico. Las formas que contienen fósforo (fosfato cálcico) no son convenientes pues el exceso de fósforo puede de hecho empeorar el problema. Tampoco conviene usar medicamentos con calcio que lleven asociada vitamina D3, como los que se usan para perros o para personas, pues un exceso de vitamina D3 provocará una absorción excesiva del calcio, que dañará los vasos sanguíneos y el riñón.